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PIANOFORTE GM

TANGO

Tomar la decisión de empezar a enseñar cómo tocar el Tango en el Piano he hace mucha ilusión, mas a la vez me supone un gran placer y un tremendo desafío, ya que se trata de una especie musical muy madura, nacida y formada de innumerables vertientes musicales distintas, y moldeada en cada orquesta y cada ensamble, por los aportes y la creatividad incesante de sus músicos.

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Es por ello que el tango bien ejecutado no se puede resumir en simples patrones estilísticos que «funcionan», si no que son tantas y tan intrincadas las posibilidades de componer arreglos tangueros, que para el estudiante se hace, por momentos, un universo que parece imposible de abarcar.

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Esta aparente imposibilidad es la que, ante la que también yo mismo tuve que vérmelas, es que siento que enseñar a tocar tango ha de ser para mí, además de un desafío, una obligación.

Y es que lo primero es eso, no es que carece de patrones característicos, que los tiene, sino que si recurrimos a estos patrones para acompañar el tango, sólo obtendremos una interpretación torpe y disfuncional: El tango es una de las músicas populares más sofisticadas que he intentado aprender a tocar, la melodía suele ser la que indica cómo va a funcionar el arreglo y éste se supedita a ella.

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Es un género preeminentemente contrapuntístico, y en él confluyen los lenguajes del barroco, el jazz, lo africano, la Country Dance, las danzas triunfantes, y a su vez, no es ninguna de ellas. El tango es Tango, y sólo se explica por medio de él.

No quisiera cerrar esta idea sin antes aclarar que esto no se trata de un estudio musicológico del tango, sino un abordaje personal, como músico de tango que alguna vez transitó su intrincado aprendizaje, en una época tardía en donde ya las orquestas-escuela eran cosas del pasado, y tuve que ingeniármelas para aprender a tocarlo en un mundo donde, o ya sabías tocarlo muy bien, o no tenías cabida.

Bienvenidos a esta increíble aventura de aprender a tocarlo, y deséenme suerte en intentar enseñarlo.

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Acompañamiento del Tango

Simplificando muchísimo podríamos decir que el acompañamiento del Tango se puede armar intercalando la yumba por momentos y la síncopa por otros, también el acompañamiento de habanera se puede intercalar, ya que esta formo parte del tango primitivo, pero nada de esto en definitiva funciona por sí mismo. Algo muy característico del tango y que lo hace diferente a todos los otros géneros musicales que conozco es que el acompañamiento adecuado depende completamente de la melodía. Es la forma de la melodía la que va a definir la estructura del acompañamiento.

Supongamos que se me pide componer una salsa o un son, el cliente podría proveerme los acordes, sin aun tener lista la melodía, y yo, conociendo los elementos típicos del género, podría preparar un arreglo de acompañamiento, y es muy probable que al añadirle la melodía loa cosa funcione. Con el Tango eso es prácticamente imposible. Para componer un arreglo adecuado necesito conocer la melodía ¡Aun antes que la secuencia de acordes!

Un ejercicio fácil para ilustrar esto lo podemos hacer con uno de esos teclados electrónicos que proveen acompañamientos automáticos: Podemos acompañar perfectamente melodías con las bases de boleros, rock, jazz, cumbia, pero si queremos emplear un acompañamiento de tango… ¡pruébenlo y me cuentan!

Una de las primeras curiosidades, y la que sostienen los músicos con los que he tratado y conversado, es que en el tango no ha existido instrumentos de percusión, si bien tenemos formaciones célebres con un ritmo contundente, como podemos citar a Darienzo o Di Sarli, este ritmo no está marcado por ictiófionos. Cuando se incorporaron, sobre todo en grandes orquestas como la de Mariano Mores, y mucho antes Fresedo y Canaro, su trabajo estuvo más enfocado en matizar y señalar notas específicas de la melodía, mas que armar una célula rítmica autónoma, como sucede en el rock, en el jazz, en la salsa, etc. Otro tipo de incorporación de la percusión al Tango podemos verla en Piazzola o Pablo Ziegler, donde notamos que se trata de una apertura experimental, un aggiornamento del género, fusionándo al Tango con el Rock o el Jazz, dándole más independencia al piano y dando lugar a innumerables innovaciones. En los grupos de tango primitivos no se integró la percusión.

Otro asunto que me gustaría abordar es el de su escritura, que si bien, debido a su origen en la Habanera, se empezó escribiendo en dos por cuatro, es cierto que se hace énfasis en acentuar «en el cuatro» a cuatro corcheas, así que definitivamente se terminó escribiendo en 4/4. Personalmente yo lo escribo y escribo mis arreglos en 4/4.

La interpolación del ritmo del cuatro y de la habanera, sumado a figuras de otros segmentos musicales, confieren al tango cierto criterio polirrítmico similar al del folclore argentino; puede un compas estar marcado claramente por una figura rítmica dominante para cambiar totalmente en el compás siguiente. La abundancia de recursos suponen una ventaja para le género, que lo gana en riqueza, mas supone a su vez en una dificultad para el estudiante, a la hora de abordarlos, estudiarlos y combinarlos, y así hacerse sus primeras ideas de cómo ejecutar el estilo.

Cunado encaramos la interpretación de un tango, el término «interpretación» se extiende hasta la mismísima construcción del arreglo, que ha de tener en cuenta la forma de la música, si es muy rítmica o preeminentemente melódica, si su mensaje es triste o festivo, sólo leyendo su mensaje se podrá abordar un acompañamiento apropiado. En este aspecto, la singularidad de cada composición es una característica corriente, a pesar de pertenecer a un género bien definido, cada tango es una unidad musical única.

La cantidad de posibilidades de que disponemos para interpretar un tango tampoco ponen la idea de que los arreglos han de ser complejos. Podemos encontrar arreglos magistrales de una simpleza subyugante, lo que eleva al género a la categoría de las músicas más sublimes, que dan cuenta de la admiración que ha despertado en aristas como Stravinsky, Rubinstein o Salvatore Accardo.

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